8 y 15 DE ABRIL 2013

Esta actividad la hemos dividido en dos grupos para que pudiera ser más cómoda y relajada. A partir de la semana próxima volvemos a unir los dos grupos.
El taller de esta semana ha sido sobre "MANDALAS". Los cuentos que hemos contado tambien han sido relacionados con los mandalas.
Un mandala, rueda o círculo en sánscrito, es una imagen con un centro y con una simetría organizada habitualmente en 4 ejes, los 4 puntos cardinales, aunque pueden ser 2, 3,...

Existen casi desde el comienzo de la humanidad y en todos los continentes y culturas. Los mandalas son utilizados desde tiempos remotos. Tienen su origen en la India y se propagaron en las culturas orientales, en las indígenas de América y en los aborígenes de Australia.

 Los mandalas no son simples dibujos de colores. Su función puede ir desde lo puramente decorativo a su uso en la meditación, la oración, o como medio de sanación y/o desarrollo mental o espiritual.

Su realización puede ir desde los más rudimentario signos esquemáticos dibujados de forma individual a la participación de varias personas durante varios días en elaborados dibujos, y desde sencillas líneas grabadas en la piedra al uso de pigmentos de todo tipo y origen, arenas de colores, tintas, hilos,... sobre papel, seda, cortezas de árboles, paredes, suelos, rocas, alfombras,...

Los motivos son todos aquellos que han atraído nuestra atención desde el principio de los tiempos: vegetales, animales, geométricos, dioses y diosas, abstractos, ornamentales, espirituales, cotidianos,...


Todos los elementos que en ellos se integran tienen un significado. Algunos de los más utilizados:

Círculo: movimiento. Lo absoluto. El verdadero yo.
Corazón: sol. Amor. Felicidad. Alegría. Sentimiento de unión.
Cruz: unión del cielo y la tierra. Vida y muerte. Lo consciente y lo inconsciente.
Cuadrado: procesos de la naturaleza. Estabilidad. Equilibrio.
Estrella: símbolo de lo espiritual. Libertad. Elevación.
Espiral: vitalidad. Energías curativas. Búsqueda constante de la totalidad.
Hexágono: unión de los contrarios.
Laberinto: implica la búsqueda del propio centro.
Mariposa: autorrenovación del alma. Transformación y muerte.
Pentágono: silueta del cuerpo humano. Tierra, agua, fuego.
Rectángulo: estabilidad. Rendimiento del intelecto. La vida terrenal.
Triángulo: agua, inconsciente (hacia abajo); vitalidad, transformación (hacia arriba); agresión hacia uno mismo (hacia el centro)

Si nosotros queremos construir un mandala, debemos tener en cuenta su esquema básico: Un círculo y cuatro puntos cardinales.

Obviamente esta no es una regla estricta que no se pueda romper, también puede ser que en lugar de que su base sea un círculo puede ser un triángulo, un cuadrado, o un octágono. A partir de ahí podemos diseñar nuestro mandala y esto ¡es cuestión de creatividad! puede decorarse con imágenes místicas como el símbolo del ying-yang, una cruz, la estrella de David, lunas, estrellas, el sol, flores, aves, paisajes, nubes, figuras geométricas... hay que buscar los diseños que nos proyecten paz y tranquilidad.

Buscar un lugar tranquilo, y observar detenidamente el mandala, concentrarse en el, si después de observarlo por un largo rato se nota que se mueve ¡es la energía que está en movimiento!.

Es conveniente empezar a pintarlo de afuera hacia adentro, esto nos representa el autoconocimiento de lo externo hacia nuestro centro, hacia nuestro interior. Decidir la dirección en va a pintarse y tratar de mantenerla.
Al elegir los colores puede hacerse de manera intuitiva ¡no importa que no combinen los colores entre sí! de esta manera podrá descifrar el estado de ánimo del que lo está pintando. También podrá tratar de cambiar el estado de ánimo forzando a determinados colores. El uso del color en los Mandalas tiene un significado especial pues está relacionado con el estado de ánimo de quien los crea. La principal regla para la creación de un mándala es dejar fluir, la imaginación, la creatividad, las energías, actuar de forma libre e intuitiva es por eso que hacer mandalas es considerado actualmente como una muy buena técnica para la relajación y el fortalecimiento de la creatividad.

El uso de los colores en los mandalas también tiene un significado especial. Su uso está relacionado con el estado de ánimo de quien los pinta o dibuja. Descubre lo que esconde cada tonalidad:

Blanco: nada, pureza, iluminación, perfección.
Negro: muerte, limitación personal, misterio, renacimiento, ignorancia.
Gris: neutralidad, sabiduría, renovación.
Rojo: masculino, sensualidad, amor, arraigamiento, pasión.
Azul: tranquilidad, paz, felicidad, satisfacción, alegría.
Amarillo: sol, luz, jovialidad, simpatía, receptividad.
Naranja: energía, dinamismo, ambición, ternura, valor.
Rosa: aspectos femeninos e infantiles, dulzura, altruismo.
Morado: amor al prójimo, idealismo y sabiduría.
Verde: naturaleza, equilibrio, crecimiento, esperanza.
Violeta: música, magia, espiritualidad, transformación, inspiración.
Oro: sabiduría, claridad, lucidez, vitalidad.
Plata: capacidades extrasensoriales, emociones fluctuantes, bienestar.
Tal vez de sueño en el proceso, si estábamos tensos, el mandala está cumpliendo con la relajación, es normal, en este caso es preferible dejarlo ¡y a dormir!.

Si no se termina de colorear el mandala en ese momento, hay que dejarlo tal como quede, la próxima vez que quieras pintar uno, elige uno nuevo, con colores que vayan más acorde con el estado de ánimo en ese momento. Para que el mandala guíe hacia el auto-conocimiento, no hay que pensar en formas ni colores, dejar que solo vaya guiando haciendo lo que en ese momento de manera intuitiva nazca.

Beneficios de dibujar o pintar mandalas en los niños
1. Fortalecen la capacidad de concentración al enfocar la conciencia y la mente en un punto.
2. Obtienen flexibilidad de pensamiento y de acción.
3. Los conecta con nuestra parte creativa.
4. Reafirman las habilidades de disciplina, exactitud y precisión.
5. Ayuda a desconectar de las preocupaciones diarias y los relaja de forma natural. Especialmente porque encontramos un momento para dedicarlo a nosotros mismos.
6. Liberamos endorfinas al estimular el lado derecho del cerebro (mente lógica, científica), produciéndonos una sensación de bienestar general.
7. Activa ambos hemisferios cerebrales, equilibrando el modo de pensamiento, las actividades de la mente y las habilidades asociadas a cada hemisferio. En un mismo dibujo se encuentran figuras geométricas que son captadas por el lado lógico (hemisferio izquierdo) y los colores y dibujos que son captados el lado creativo (hemisferio derecho).


Los dos cuentos que hemos contado han sido:


"LA ESCALERA MÁGICA"

Hace muchos, muchos años, en el bosque de las caricias, vivía una niña muy pequeñita que dormía entre los pétalos de las flores.

Una mañana, al bajar  por las espinas de una rosa, oyó que alguien la llamaba:

—¡Rita, Rita, vení a ver esto!

Rápidamente se giró,  y en el movimiento perdió el equilibrio hasta que… ¡Paf! Cayó de rodillas al suelo.

¡Qué dolorosa manera de empezar el día!, se dijo mientras intentaba levantarse.

Después, sacó un pañuelo de su bolso y se limpió las cascaritas de barro.

—¡Apurate, Rita! —volvió a oír desde lejos.

—¡Ya voy! —gritó con todas sus fuerzas, y salió corriendo por la colina del sur. Esquivó los álamos y cruzó cuidadosamente por las piedras que surcaban el arroyo.

—¡Por acá! le gritaron de nuevo. En ese momento, Rita vio a la mariposa colorada revoloteando sobre las flores.

—¡Ya llego! —le dijo, agitada— ¡Ya casi llego!  Y corrió más y más fuerte. Pero fue tal el impulso con el que venía, que apenas si pudo frenarse, y cayó dentro de un profundo y oscuro pozo.

—¡Auch, mi rodilla!—gritó, y se levantó como pudo. Definitivamente, ¡este no es mi día!—dijo en voz alta.

—¡Rita! ¿estás bien? —preguntó la mariposa.

—¡Sí, pero me duele todo el cuerpo! —le respondió, y apenas si pudo moverse.

—¡Qué alivio! —agregó la mariposa, y un hilo de traspiración le goteó por la frente— ¡Esperame que voy a buscar ayuda!

—¡Apurate, brillantina! —chilló la niña.

—Sí, sí, ¡Ah! Y perdona por no avisarte —la mariposa dio un giro y volvió a revolotear las alas — ¡ lo que quería enseñarte, era este pozo!

—¡No puedo creerlo! ¡Bonita manera de conocerlo! —dijo Rita, y se sentó sobre la tierra húmeda— Ahora, por favor ¡ayudame a salir de acá!

La mariposa abrió bien grandes sus alas, y voló.

Abajo, el silencio parecía tener forma. La oscuridad empezó a hacerse cada vez más pesada, y Rita tuvo mucho miedo de no poder salir.

—¡Está allí abajo! —oyó de repente, y vió que el conejo se asomaba.

—¡Tranquila Rita, vamos a ver cómo podemos ayudarte! —le gritó.

Pero el tiempo pasó, y llegó la noche. Y los animalitos, no sabían cómo hacer para sacarla de ese profundo y oscuro pozo.

Mientras los oía debatir, Rita vió que algo se movía. Temblando, abrió bien grandes los ojos y alcanzó a ver una sombra que se retorcía y después se dividía, hasta transformarse en dos gigantes monstruos.
La luz de la luna los alumbró y Rita vió que tenían los ojos rojos y estirados.

—¡Apurense, tengo mucho miedo!—gritó bien fuerte.

Pero los animalitos estaban tan ocupados en encontrar una salida, que no la escucharon. 

¡No sé qué voy a hacer! , pensó. Y tuvo ganas de llorar.

—¡UOHHHH! —gritaron las sombras de golpe.

El corazón le latió fuerte y se quedó muda, sin poder hablar.  Entonces, se abrazó a su bolso y en ese momento, se dio cuenta que lo traía consigo. Temblando, sacó la flauta de marfil, acomodó sus dedos y sopló. Y no pudo parar de hacerlo. Así fue como Rita, creó el sonido de la tristeza, y luego la del miedo y la del enojo. Y el pozo se llenó de música, espantando a los monstruos de los ojos rojos.  Y mientras seguía tocando, Rita vio que las notas se movían, y formaban una larga fila:

Do

Re

Mi

Fa

Sol

La

Si

Hasta que se transformaron en una larga escalera mágica. Sin poder creerlo, pero antes de que desapareciera, Rita subió, peldaño a peldaño, logrando salir del profundo y oscuro pozo.

Al verla, los animalitos empezaron a saltar, y a bailar, y la luna y las estrellas brillaron tanto, que iluminaron el cielo como fuegos artificiales.

Desde ese entonces, en el bosque de las caricias, cada vez que uno entra, se escucha la melodía de la flauta de márfil y se siente el perfume de las rosas en todo el lugar.
"UN COFRE PARA ÁLVARO"

—¡Pummm!—Un fuerte golpe se oyó en el silencio de la tarde. Álvaro, sobresaltado, se frotó los ojos y miró a su alrededor: nada. Lentamente, corrió la sábana, tanteó el borde de la cama, y de un envión apoyó sus piecitos en el piso frío.

—¿Qué fue ese ruido? —se preguntó—¿Habrá sido un sueño?



En ese momento, escuchó unos gemidos extraños. Temblando, se acercó hasta la puerta, giró lentamente el picaporte y la abrió apenas un poco. Después asomó la cabeza y espió. En el cuarto de enfrente, una silueta enorme y oscura, arrastraba una caja por el suelo.

—¡Rayos y centellas! ¡Ese no es papá!— Pensó Álvaro, mientras estiraba el cuellito para ver mejor. —¡Pero si tampoco es mamá! Eso…¡¡Eso es un pirata!!

El corazón le latió fuerte y los pelos se le pararon como al puerco espín.

—¿Será un sueño?— Se dijo. Y se pellizcó el brazo. Pero tremendo dolor sintió, eso no era un sueño, ¡esa era su realidad!



Sin saber qué hacer, Álvaro dio vueltas como un trompo, hasta que…

—¡Plishhh! Como un chispazo del cielo, una idea se le ocurrió.

En puntas de pie, caminó hacia su cesto de juguetes, y muy despacito, sacó la espada de plástico que estaba entre las pelotas y los autitos y volvió hacia la puerta.

—¡Si este pirata me ataca, tendré que defenderme!—. Se dijo



Pero al espiar de nuevo hacia la otra habitación, Álvaro se dio cuenta que lo que el pirata había dejado, no era una caja, sino un cofre, un enorme, enorme cofre de madera.

Curioso y con miedo, intrigado y confundido, llenó sus pulmones de aire y antes de arrepentirse, de un envión pateó la puerta y salió corriendo hacia la otra habitación

—¡¡¡Allá voy, Pirata!!!!!— Gritó apretando su espada.



Y cuando por fin entró, la tapa del cofre se abrió con la rapidez de un resorte, y Álvaro tuvo que frenar de golpe. Y fue ahí que…

¡¡¡Oh, Sorpresa!!!

Todos sus amigos salieron de allí dentro, con cornetas, gorros y serpentina, con pitos, matracas y papel picado

—¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, ÁLVARO!!!

Le gritaron a coro.                



Tremendo susto se dió, pero… ¡qué contento se puso! Tan contento, que olvidó que era un pirata el que había estado ahí. Y cuando estaba por festejar y  abrazar a sus amigos, la enorme sombra se deslizó en la pared, y rápidamente se le vino encima


 —¡Atraaáss!— Gritó Álvaro dándose vuelta, levantando la espada en lo alto —¡Atrás, pirata!

Y entonces…

¡Más sorpresas! ¡El pirata resultó ser su gran amigo, el perro Napoleón, que por arrastrar la torta quedó con el hocico lleno de crema!


Así fue como todos comenzaron a reir, y a cantar y a festejar.

El cofre para Álvaro no tenía monedas, ni alhajas, ni pepitas de oro, el cofre tenía un gran tesoro, uno de los más valiosos….¡Sus amigos! 



  
Para los papás y mamás hemos usado mandalas del libro: "COLORIN COLORADO LOS MANDALAS ENCANTADOS. MANDALAS DE LOS CUENTOS DE SIEMPRE". Os dejo algunos modelos más para que podáis descargarlos.







A continuación os dejo algunos mandalas para colorear que seguro que os serán de mucha ayuda. 






























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